Si afirmas que amas tu respiración, ¿Cuántas veces al día eres consciente de ella y qué grado de libertad tiene? Si dices que amas la respiración y la utilizas como herramienta de trabajo ¿Qué tipo de atención le prestas a la biomecánica respiratoria?
Amar la respiración es poner intención en mejorarla, hacer uso de ella en procesos de catarsis, pranayama, etc, liberarla de restricciones psicosomáticas y ser consciente de ella en cada aliento. Se consciente en cada momento de tu respiración, pues si respiras libremente, sentirás más tu cuerpo y aflorarán los sentimientos. Si sientes, vivirás en el paraíso del arte de respirar la vida.
¿Cuántas veces en nuestra vida hemos parado a sentir nuestra respiración? Hemos de darnos cuenta de cómo respiramos, prestar atención a lo que nos dice de nuestra historia biográfica, de la vida afectiva: emociones y sentimientos, la salud física, nuestro amor por ella.
¿En qué grado nos damos cuenta que respiramos la vida? ¿Somos artistas del vivir la respiración siendo conscientes de ella? Sin respiración no hay vida. Vivimos gracias a que respiramos y si lo hacemos poniendo consciencia en la respiración, la vida se desplegará ante nosotros y nuestro cuerpo físico estará más saludable. Sin cuerpo no hay respiración, no hay vida, Si mi respiración no está bien, ¿Qué está pasando con mi biomecánica respiratoria en las distintas partes de mi cuerpo? Simplemente, le falta libertad. Libertad en las estructuras corporales, de los sentimientos, de la conciencia, del flujo de la energía. Ciertamente, la consciencia en la respiración es una de las herramientas más poderosas para conocerse a uno mismo. Si prestamos atención a nuestra respiración, nos descubriremos. En ese viaje de otear el horizonte de nuestra biomecánica respiratoria y podremos darnos cuenta de su grado de fluidez o restricción, de su libertad o esclavitud.
¡Nuestra respiración nos dice tanto de nuestra historia biográfica¡. De pequeños hemos contenido los sentimientos, el mecanismo de defensa que hemos empleado para ello ha sido tensar la musculatura y con ello hemos cortado la respiración, reduciéndola a menos movimiento, menos sentimiento. De pequeño elegimos ciertas partes del cuerpo a bloquear, estamos hablando de la cartografía psico-emocional-corporal. Un trauma nos produce, entre otras emociones, ansiedad y para reducirla utilizamos formas defensivas como apretar la musculatura en general y, en particular, la musculatura implicada en la biomecánica respiratoria, especialmente la inhaladora. Así, el resultado es reducir el grado de ansiedad al aminorar sentir el cuerpo y reducir la amplitud respiratoria. Gran mecanismo de encapsulamiento.
Lo que se mueve vive y se expresa, lo que apenas se mueve, no se expresa y está mortecino. Hoy, ya adultos, es posible que nuestra respiración defectuosa muestre aquellas historias reprimidas en forma de tensiones musculares en distintas zonas del cuerpo que restringen la mecánica respiratoria. Podemos tener un vientre tenso y huidizo, pecho hundido, hombros elevados y anteriorizados, un esternón que apenas se eleva cuello-garganta con músculos esternocleidomastoideos y escalenos hipertónico, endurecidos y aumento exagerado del tamaño; plexo solar –boca del estómago- apretados, “se me ponen los nervios en el estómago”.
Reduciendo la biomecánica respiratoria, reducimos los sentimientos, cortamos el flujo de energía y nos alejamos de vivir en plenitud. Nuestra respiración se ralentiza y vivimos nuestra vida a medio gas La salud física se resiente por una respiración deficiente, pues hay menos amplitud en la expansión y contracción de la biomecánica ventilatoria, menos oxígeno y prana, menos sentimientos y menos alegría de vivir en nuestra vida cotidiana.
¿Cómo podemos volver a la respiración natural y lograr más salud? Chequeándola. Percibiendo cómo se hace en cada momento. El modo natural de respirar es aquel que ya hace miles de años han recomendado las grandes tradiciones de la humanidad: la respiración completa o “yóguica”. Ésta consiste en la expansión simultanea de los tres anillos del tronco: lumbo-abdomino-pélvico, intercostal o diafragmático y costoclavicular, durante la inhalación y la exhalación. Propiamente, y bajo mi punto de vista, a la respiración de la vida cotidiana, la de las 24h habría que llamarla DIAFRAGMÁTICO-COSTAL, ya que el protagonista de la inhalación es el diafragma y la parrilla costal hace un papel de tándem con el diafragma, estas dos estructuras son las máximas responsables de la inhalación. Durante la inhalación el aire ha de entrar por la nariz, siendo dirigido hacia la región lumbar. A esto lo llamo diagonal inhalatoria. ¿ Por qué? pues porque el parénquima pulmonar (pleuras, bronquios y alvéolos se POSTERIORIZAN según desciende su estructura- Además, el hemidiafragma posterior es 2/3 más grande que el anterior. Los lóbulos inferoposteriores se sitúan hacia atrás y abajo y, sólo estos ya son el 60% de la capacidad total de los pulmones. Y aún existen más razones del por qué la inhalación ha de ser en un sólo tiempo en donde el tronco se expanda por los seis lados (posterior, frontal, laterales, caudal y craneal). Es así como respira un bebé antes y después de la etapa de gateo.Hablamos de unas estructuras físicas libres, en donde el diafragma se mueve con libertad hacia el espacio lumbo-abdomino-pélvico y hacia el espacio del tórax, ¿Es así como se hace tu biomecánica respiratoria? si no fuera así, entonces, comprueba el nivel de tensiones físicas que hay en tu cuerpo y observa el fuelle de tu respiración por donde encuentra restricciones o libertad en su movimiento.
En definitiva, hemos de respetar y adaptarnos al propio diseño de la biomecánica respiratoria, esto es, su estructura musculo-esquelética-tendinosa-fascial-visceral. Si no fuera así, se hará una biomecánica respiratoria que se aparta de la forma natural en que fue diseñada y estaremos haciendo una respiración artificiosa, enfermiza.
¿Qué es la vida? Sino respiramos con una biomecánica ventilatoria libre, la vida se apaga.
¡Cuántas ventajas hay en una respiración natural, libre¡
Carlos Velasco. Psicólogo. www.psicoterapia-respiratoria.es Autor del libro “Las Enseñanzas de la Armadura Oxidada”, 14ª edición. Obelisco
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